“¿Quién iba en el avión?”… Esa pregunta se repitió un millón de veces al interior de TVN durante la tarde del viernes 2 de septiembre. “¿Iba alguien de Prensa?… ¿Son del Buenos Días a Todos?… ¿Quiénes iban?”.
Iba Roberto, Felipe, Silvia, Rodrigo y Carolina. A Roberto lo conocía bien; a los que no, los conocían otros. No es fácil estremecer a un departamento de prensa, menos a uno repleto de profesionales que pueden contar en primera persona las historias más dramáticas que han sacudido al país en los últimos 10, 20 y hasta 30 años. No es que el periodismo trate de forjar personas inmunes frente a la tragedia. De hecho, consiste en abrirse ante los relatos de la gente y desarrollar la capacidad de transmitirlos a miles de personas. Pero lo que un periodista jamás imagina es contar una historia que lo involucra en el plano personal. Uno jamás debiera ser noticia, y -al menos hasta el viernes- era difícil pensar en un escenario que rompiera con esa premisa.
La cobertura del accidente de Juan Fernández ha sido mucho más que un aprendizaje profesional. Podríamos utilizar estas líneas para reflexionar sobre cómo ha sido posible cumplir con los deberes periodísticos a pesar del duelo; sin embargo, el valor está en la reflexión sobre lo humano. En la memoria no quedará el recuerdo de escribir y editar con un nudo en la garganta; quedarán los desconocidos que se acercaron en la calle o llegaron hasta el canal para compartir el dolor. Ese pésame que uno tantas veces dio al entrometerse en el nicho ajeno y que hoy pone todo al revés.
El accidente vino a desparramar un balde de humanidad a quienes desarrollan una profesión que justamente encuentra ahí su motivación, pero que -al igual que en otras dimensiones de la vida- termina por simplificar las nociones de la realidad en un día a día que pasa demasiado rápido como para notarlo. El accidente vino a hacer la vida más real para aquellos que terminamos engañados por lo que nosotros mismos reporteamos. Todos los días son las historias de otros; todos los días se percibe la tragedia como algo hecho para conmoverse, pero no para sufrirlo en carne propia. Esta tragedia, en cambio, la escribimos en tercera persona, queriendo hacerlo en primera.
Detrás de esos personajes bien terneados, de frases “cliché” y buenos para pronunciar las “eses”, hay personas comunes y corrientes. Y al igual que todo ser humano, se nos rompe el alma cuando se mueren cinco compañeros que estaban haciendo su trabajo. Aunque muchas veces no lo parezca –en gran medida porque así lo queremos-, los periodistas también decimos garabatos, también bromeamos y también nos conmovemos. También nos preguntamos por qué cresta justo los que iban en el avión tenían que ser tan buenos, por qué mierda la vida es tan injusta, y de vez en cuando miramos hacia arriba para decir “Puta madre, hasta cuando esto va a seguir siendo tan doloroso”.
Estimado Francisco: Muy cierto lo que planteas, respecto de la humanidad necesaria que debe añadírsele al ejercicio del periodismo. Hoy en tiempos en que la televisión (y en particular, la televisión informativa) son criticadas, hasta por el presidente de la república, conviene leer cosas así y comprobar que los periodistas siguen siendo, sobre todo, personas que reconocen defectos y valoran virtudes, conectadas con lo que ocurre y lo que siente la gente. Que no siga perdiéndose ese espíritu. Mis condolencias a ti, y a través tuyo a ese gran equipo humano que tiene TVN.
Muy rara vez comento blogs o publicaciones de personas que no conozco porque siento que generalmente ni leen los comentarios, pero en esta ocasión sentí el ímpetu de hacerlo y me da exactamente lo mismo si leen o no jeje…
Iba leyendo cada una de tus oraciones concentradamente, muy de acuerdo con todo lo expuesto y mientras me preguntaba «qué tiene de especial esta publicación?»… fue así que llegué al último párrafo, y a pesar que no soy para nada amigo del garabato, wow! me sentí realmente conmovido con las líneas finales, creo que no hay mejor manera de expresar en palabras el dolor que tú y ustedes particularmente deben estar sintiendo en estos momentos… Estoy seguro que ese «hasta cuándo» no será pronto, pero si que será un tiempo de disfrutar y valorar aún más todo lo que tienen…
Excelente Francisco, nos enseña la visión del dolor de quienes lo padecen en un medio tan pragmatico como la TV. Un abrazo: Felipe Clark.
Estimado Francisco:Muy certeras tus palabras, muchas veces las personas que vemos la tv o leemos la prensa nos ponemos en la posicion de otros, ustedes como periodistas se exijen estar en esa posicion, por eso admiro mucho tu nobleza en hacernos ver una vez mas que todos somos humanos, que sufrimos y lloramos cuando perdemos a alguien, esa frase cliche del que «el show debe continuar», es cruel, pero sino fuera por ustedes, nosotros viviriamos en la ignoracia…Creo que tu ultimas lineas expresaron al maximo todo el dolor que sentimos, a veces hasta renegando contra Dios del porque rayos tiene que morir gente tan buena, carismatica…y el porque se responde solo..por
que es la unica manera de hacernos entender que existe un Dios, y que esta prueba solo ha echo que nos unamos mas como pais…mis condolencias al departamento de prensa , y la familia en general de TVN, el que es y sera el canal de todos los chilenos..
comparto su opinión, muchas veces nos preguntamos, porqué ellos, porqué si son buenos, porqué tanta desgracia?? este último tiempo nos ha tocado demasiado pesado, ellos iban a alegrar a dar optimismo a la gente de la isla y… ocurre este fatal y maldito accidente, sé que la gente de la isla seguirá su tarea y varios conoceremos aunque sea por tv: Juan Fernandez,¡ que malas condiciones tienen nuestros compatriota!s, ojalá dentro de este dolor y trágica situación, se concreten proyectos y mejoras para estos chilenos que se encuentran tan aislados; que la muerte de estas bellas y bondadosas personas no sea un impedimento para que concreten su tarea levantar Chile, mejorar la calidad de vida de muchos, espero sea así, es la mejor forma de honrar a estas personas de bien.-
Saludos TVN, maravilloso todo el afecto, los saludos , el cariño de los televidentes, mitigan la pena y dan ánimos para continuar, Fuerza a todos!!
Agradezco los comentarios, realmente es gratificante ver que lo escrito tuvo algun impacto en otros. Gracias tambien por haberse tomado la molestia de compartir sus pensamientos.
Saludos,
Francisco.