“Fue un trámite simple y fácil. Intercambiamos unos mails y en cuatro días ya tenía las pastillas en mis manos. Tenía cerca de ocho semanas de embarazo y obviamente no tenía opciones de tenerlo. Fue una decisión dolorosa, porque de haberlo tenido, habría afectado no sólo a mis padres, sino también a mi pololo. A veces creo que me arrepiento, pero no tenía otra salida”, explica Ignacia (21), una universitaria viñamarina que pagó cerca de 35 mil pesos –vía Chilexpress- a un vendedor santiaguino por cuatro pastillas del “mágico fármaco”.
El Misotrol es un medicamento que se receta para las úlceras gástricas, no obstante se utiliza para provocar abortos. Básicamente, las muchachas embarazadas se colocan un par de pastillas en la vagina, y en cosa de minutos, comienzan el dolor y una profunda hemorragia, tras provocar intensas contracciones en la zona uterina. Actualmente, un frasco de este fármaco – que contiene 28 comprimidos- es vendido con receta retenida en las principales farmacias y su valor oscila entre 35 y 43 mil pesos. Si bien hay algunos que falsifican el documento prescripto, muchas prefieren no dejar rastro y comprarlo vía Internet (basta teclear misotrol en Google y aparecen los contactos).
El problema estriba en que la transacción se realiza en forma telefónica y que el ilícito en que se incurre es vender un medicamento permitido fuera de farmacia, falta bastante menor que causar un aborto. Según consta en la Fiscalía, los farmacéuticos conocen el uso “alternativo” del también llamado Misoprostol (o Cyotec o Arthrotec), y eventualmente podrían denunciar a quien pretende adquirirlo para abortar.
Lea el testimonio de una profesional que usó Misotrol para abortar.
Reportaje publicado originalmente el 19 de noviembre de 2006, en El Observador de Viña del Mar
ESTA BIEN QUE TE HAYAN CAGADO ASESINA RECULIAAAAA NO TE DA TRISTEZA MATAR A TU HIJO DIOS SE ENCARGARA DE TI CRIMINAL