En pleno centro de Valparaíso, Jorge, de 25 años, revela los pormenores de las peleas entre pitbull, “los otros perros no sirven, no aguantan”, precisa.
“He ido a varias, en Curacaví, en Quillota, en Quilpué. A mí me han invitado pues me conocen hace años, ya que tengo hace harto tiempo dos pitbull. Las peleas parten con un asado para los dueños. Después comienza la jornada. Todo es muy profesional, se pesan los perros, nunca se hace pelear a uno más grande con uno más chico. Hay una serie de reglas que se deben seguir”, cuenta este joven porteño.
“Generalmente se hacen tres o cuatro peleas por días. Se lavan lo perros y se tiran al ruedo. Pero está prohibido azuzarlos o tirarlos uno contra el otro”. Ante la consulta de cómo se sabe quién gana, Jorge explica que “pierde el que no quiere – o no puede- seguir peleando. Entonces hay un referí incluso con cronómetro. Por ejemplo, si un perro se suelta y pasan quince segundos sin que vuelva a hacer un “scratch” (encontrón), pierde. Claro, si llega a morir, también pierde, pero yo nunca he visto eso. Sólo lo he escuchado”.
son una basuras hijos de puta los q hacen eso amo los pitbul y crio son los mejores en corazon.