En el entorno de Dafne Secul daban por segura su continuidad al mando del Servicio de Salud Viña del Mar – Quillota, el más grande la Región de Valparaíso, pues contaban que la evaluación que había sobre su trabajo en la Subsecretaría de Redes Asistenciales era favorable y le renovarían el contrato por la Alta Dirección Pública. Tanta era la confianza que incluso estaban contratando personas para mejorar la gestión en su segundo período, pero la semana del 3 de mayo le informaron que no seguiría.
Lo que no figuraba en la planificación eran las gestiones que en paralelo estaban realizando los gremios de la salud, especialmente los profesionales y médicos, a quienes les desagradaba el trato que había tenido con ellos. “Tomaba medidas dictatoriales (…) Su gestión fue impositiva”, resumió el presidente de la coordinadora del SSV-Q de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud, Cristián Rojo, que reconoció que ellos se movilizaron ante quienes correspondía para evitar que continuara.
Los gremios acusan que su manejo en materia de recursos humanos fue muy “discrecional”, calificativo que Dafne Secul respondió argumentando que “cuando uno hace gestión obviamente hay gente está o no de acuerdo (…) Yo me voy agradecida, contenta por los logros y con un poco de pena porque había mucho más qué hacer y me habría gustado aportar en ello”.
> La salida del director del Hospital Fricke fue emblemática
Nota publicada el 14 de mayo de 2010
Me sorprende que en los servicios públicos los funcionarios y asociaciones gremiales reaccionen de esta manera cuando llega alguien altamente capacitado desde el punto de vista técnico y con competencias claras orientadas a mejorar la gestión. De inmediato los tildan de dictadores e impositivos… señores, si estuvieran trabajando en el área privada sus reparos y descargos no serían interpretados por su empleador más que como una insignificante pataleta, majadería. Como contribuyente y considerando que además hay médicos que se atribuyen como un verdadero logro haber «sacado» a la directora del SSVQ, me parece de una pobredumbre impresionante la carencia de argumentos fundamentados y solventes, sobre todo viniendo de profesionales que, supuestamente, de un modo u otro, habrían orientado su carrera al servicio de la Salud Pública por verdadera vocación. Y más aun, es desalentador saber que su verdadera motivación es mantener un status quo y privilegios impensables, hecho de la causa conocido por todo el mundo. Simplemente, una razón más para entender que cada vez son menos quienes no ceden ante el juego de la soberbia y la codicia…