La caótica situación de la UV fue denunciada por académicos y miles de estudiantes (vea video de las marchas del 2007), que con informes en mano y paseando un muñeco gigante del entonces rector Juan Riquelme por las calles de Valparaíso y Viña del Mar lo acusaban de una serie de irregularidades.
Era junio del 2007 y el entonces masón que guiaba los destinos de la casa de estudios estatal desde 1999 aseguraba que estaba siendo víctima de una “vendetta” de parte de sus enemigos internos y que no había nada anómalo en su administración, como lo insistió en una entrevista publicada por El Observador de Viña del Mar el 16 de junio del 2007.
En ella negó la existencia de solicitudes de investigación de la Contraloría Regional, que sí las hubo y fueron determinantes para las acusaciones que llevaron están siendo tramitadas en tribunales, pues algunos actos eran constitutivos de delito, como sucedió con el sobreprecio que pagó para la Escuela de Medicina en el Campus de San Felipe, que hasta cuando el Consejo de Defensa del Estado (CDE) se hizo parte él seguía defendiendo.
En la citada entrevista Riquelme hasta defendió su cuestionada estrategia de crecimiento, que incluyó un campus en la comuna de Rengo, gracias a un convenio con el Gobierno Regional de O’Higgins y que finalmente fue entregado por la nueva administración porque no podía desarrollarlo.
“Desde que asumí como rector la universidad ha crecido en infraestructura, las condiciones económicas, de las salas de clases, los edificios que hemos construido. Si se compara la UV de hoy con la de hace 10 ó 15 años se dará cuenta que los estudiantes y académicos tienen condiciones materiales que no habían tenido jamás (…) ¿de qué mala gestión se está hablando? Eso es lo que muestran los estados financieros”, replicaba ante los cuestionamientos en esa ocasión.
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